Formación del profesorado y apoyos


    Stainback y Stainback señalan tres ideas y pasos que los centros pueden dar para ayudar a promover aulas que funcionen como comunidades inclusivas desde esta óptica sistémica.

  •     Conseguir el compromiso del profesor
  •     Reutilizar de los recursos y profesionales de la educación especial
  •      Establecer vínculos entre los profesores

- El aula como comunidad de apoyo

     En un aula que no excluye a sus alumnos, el apoyo ocupa un espacio realmente diferente a como se concibe tradicionalmente. En primer lugar, el apoyo que la escuela y el aula precisa para responder a las demandas de la educación inclusiva, no es ni ha de ser concebido como algo ajeno o externo a la misma. En segundo lugar, el principio básico para el desarrollo del mismo es el apoyo al aula, más que al alumno. En tercer lugar el apoyo no puede convertirse en un elemento penalizador de determinadas situaciones y alumnos, a la inversa debe ser elemento de inclusión y reconocimiento, de unión y potenciación dentro del grupo.
    El apoyo que el aula inclusiva plantea es un apoyo que promueve la indagación, la búsqueda conjunta de soluciones, el diálogo y la confrontación entre profesores en la escuela. La principal característica de este apoyo es que se interesa sobre todo por la deconstrucción de cualquier práctica en curso, tanto en sus asunciones éticas, como políticas, pedagógicas, etc. y se preocupa del análisis de las alternativas a las prácticas que se están utilizando que se rechazan, así como de aquellas por las que se toma partido. Para transformar una aula común en una comunidad de apoyo:

• Fomento de las redes naturales de apoyo: supone plantear la enseñanza contando con los propios alumnos como apoyo: los sistemas de aprendizaje en grupo cooperativo, los sistemas de aprendizaje apoyados en las tutorías entre compañeros (Ovejero, 1992; Pujolás, 1999), en los que los alumnos ayudan y colaboran en el aprendizaje de otros alumnos, los “círculos de amigos” (Snow y Forest, 1987), los “sistemas de compañeros y amigos” o las “comisiones de apoyo entre compañeros” en los que los alumnos colaboran en las adaptaciones individualizadas de alumnos con necesidades educativas más profundas.
• Apoyo de un experto dentro del aula: Thomas, Walker y Webb (1998) en su estudio del apoyo en contextos que intentan prevenir la exclusión de determinados alumnos, señalan cómo la mejor solución cuando se necesita apoyo especializado es la de integrar este apoyo dentro del aula: “El apoyo centrado en la escuela no puede simplemente ser para el beneficio de un tipo particular de alumnos, incluso si se hace desde el planteamiento interactivo de las necesidades del alumno. Debe también apoyar a los otros alumnos y al profesor del aula” (p. 11).

    Apoyo en un aula de apoyo: planteado solamente como una actividad muy específica que tiene su razón de ser cuando la actividad que se va a realizar con el alumno es difícilmente trasladable al aula ordinaria (por ejemplo, por el uso de materiales o medios altamente especializados). Sin embargo, una propuesta interesante al respecto plantea su reconversión en espacios de apoyo al aprendizaje, enfatizándose así que no son espacios centrados en alumnos y que son espacios abiertos a toda la comunidad escolar (profesores y alumnos principalmente).

- La formación del profesorado

1.       Nueva función para el Profesor de Educación Especial
2.      Énfasis en estrategias educativas nuevas
3.       Compromiso con la formación del personal
4.       Resolución continua de problemas
5.       Desarrollo de Grupos de Servicio al Estudiante en la escuela

Fuente: Sarto, M. P y Venegas, M. E. (2009). Aspectos de la educación inclusiva. Salamanca: Instituto Universitario de la Integración en la Comunidad.

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